
Leer un libro de la biblioteca pública o quitarle espacio al privilegio
Saco libros de la biblioteca cada cierto tiempo. Soy usuaria de la Biblioteca de Santiago desde hace doce años. He sacado libros leídos por varias personas antes que yo y, algunos, en que he sido la primera que se los lleva. El último que saqué fue Bajar es lo peor de Mariana Enríquez.

Un encuentro con Selva Almada
Somos alrededor de veinte periodistas que nos dedicamos a escribir, entre otros libros, sobre cultura, reunidos con la escritora argentina Selva Almada. Es un privilegio, y lo sabemos. Quizás de los pocos privilegios con los que cuenta, todavía, el Periodismo.

El martirio de las lecturas obligatorias: ¿es necesario leer un libro completo?
La continuidad de la lectura de libros está en crisis. Hace algunas semanas, El País México reportaba que estudiantes secundarios se oponen a leer un libro completo, llegando a considerar la lectura obligatoria un tipo de imposición tan innecesaria como autoritaria, por existir otras formas de aprender.

Guía de lectura: libros para adentrarse en el mundo
Cuando entré a estudiar periodismo lo hice porque tenía mucha curiosidad. Había tantas cosas por saber y por conocer, aunque era imposible alcanzarlas todas, creía que el periodismo me daría una manera de acercarme sin que tuvieran que ser mías. Ahora miro con ternura mi ingenuidad al creer que algo así podía ocurrir.

Entrar en contacto con la lectura
“O te toca. O no te toca”. Eso respondió Clarice Lispector cuando Julio Lerner, el conductor del programa de televisión brasileño Panorama (1977), le preguntó sobre la conexión de su literatura con los lectores más jóvenes: “Supongo que entenderme no es una cuestión de inteligencia, sino de sentir, de entrar en contacto (...) Yo sé que antes nadie me entendía y ahora me entienden”. Sobre esa capacidad de comprensión, el periodista insiste y ella, hasta el hartazgo, dice no entender qué cambió en las personas que antes no la entendían y ahora parecían hacerlo.

Mi personaje de papel: Xelsoi
Corren rumores de que Brad se deja cortar mientras culea, que consume drogas hasta quedar inconsciente y después permite que lo violen. Rumores más extremos hablan de que Brad dejó que le abrieran el estómago, sujetaran su piel con pinzas, y que otros se masturbaran sobre él. Otros dicen que un cliente millonario se enamoró de él, se lo llevó a su casa, y ahora es su proxeneta.