
Entrar en contacto con la lectura
“O te toca. O no te toca”. Eso respondió Clarice Lispector cuando Julio Lerner, el conductor del programa de televisión brasileño Panorama (1977), le preguntó sobre la conexión de su literatura con los lectores más jóvenes: “Supongo que entenderme no es una cuestión de inteligencia, sino de sentir, de entrar en contacto (...) Yo sé que antes nadie me entendía y ahora me entienden”. Sobre esa capacidad de comprensión, el periodista insiste y ella, hasta el hartazgo, dice no entender qué cambió en las personas que antes no la entendían y ahora parecían hacerlo.

Pero no era tan fácil borrar el cuerpo como se borra la ciudad. Apuntes sobre Chilco de Daniela Catrileo
“Pero no era tan fácil borrar el cuerpo como se borra la ciudad” (p. 110), declara en un momento la primera persona de Chilco, una novela que con el lenguaje construye y demuele, arma y desarma; en la que los cuerpos resisten y la ciudad es borrada hasta desaparecer.

El corazón brotado fuera de la boca. Una crítica a Cabeza y corazón es una ostra de Emiliana Pereira Zalazar
Leemos al inicio de Cabeza y corazón es una ostra, y como afirma el texto de contraportada (escrito por la poeta y editora del libro, Julieta Marchant), se trata de una confirmación de lo que encontraremos adentro: poemas escritos al vivo de la emoción, porque para que ellos fueran escritos, el corazón ha conquistado a la cabeza —aunque debemos saber, para estos poemas, cabeza y corazón son la misma cosa—.

Hacer crítica literaria: un oficio de lectores
En 2023, tuve la oportunidad de dictar un taller de crítica literaria en la Biblioteca Nicomedes Guzmán, de Santiago. Me invitaron por mi trabajo en Revista Origami, donde comencé a escribir de libros en 2020, aunque no lo he hecho desde el 2023. También tuvo que ver mi labor como ayudante en una investigación sobre la crítica literaria desarrollada por mujeres en Chile. Gracias a estas dos experiencias laborales y formativas, pude pensar con otrxs, en formato de taller, el oficio de la crítica.