Guía de lectura: Leer novelas gráficas, técnicas para leer imágenes

 

Tengo tiempo libre por las tardes, cuando el sol se esconde tras montañas y edificios. Son los momentos que tengo para leer. Con esa luz que entra por la ventana para despedirse, investigo para una futura novela las expresiones marxistas latinoamericanas; investigar es parte de escribir. Llego así a Rupay: Historias gráficas de la violencia en Perú 1980-1984, que retrata las matanzas a campesinos perpetradas por los enfrentamientos entre Sendero Luminoso y el Ejército Peruano. 

Rupay tiene un dibujo de trazo grueso, achurados a blanco y negro, con personajes de rostros indígenas y ropajes campesinos que encarnan las historias del terrorismo y guerrilla en la Sierra peruana. Rupay me introdujo en una obsesión por las novelas gráficas. 

Una novela gráfica es un formato narrativo que se sostiene principalmente en la ilustración, apareciendo lo escrito como un elemento secundario. Para leerlas, hay que fijarse mucho más en el dibujo que en la palabra, porque ahí se concentra la fuerza del relato.
 

Busqué ránkings y así hice mi lista de lecturas, que incluyó: Maus, Blue is the warmest color, Persépolis, I am not OK with this, Giant Days, Chicken with Plumbs, Ghost World, Watchmen, Pizzería Kamikaze, El Eternauta, Palestina, en la Franja de Gaza; Arrugas, Virus Tropical y Kusama, the graphic novel.

Encontré en ellas historias de sobrevivencia, de pérdida de memoria, crónicas sobre la persecución de Israel a los ciudadanos palestinos, ciencia ficción latinoamericana, relatos de lo íntimo, autoficciones femeninas, la vida de los adolescentes norteamericanos post 9/11, entre otras tramas maravillosas y complejas.

En el devenir lector, se pasa de los libros ilustrados a los libros sin dibujos. Así como se crecía en edad, se crecía en madurez lectora, o eso entendía yo. En esa escala valórica y moral, y frente a la solemnidad de la palabra, leer dibujos se sentía regresivo. Además, no asociaba los “cómics” a lectura, pese a que desde niña leí Condorito, a Maitena. algunos manga, e incluso recuerdo haber pedido en la Biblioteca de Santiago libros de Maliki 4 ojos. 

Luego de esta selección de novelas gráficas, pensar en el dibujo como algo más liviano o menos serio se distorsiona, aunque sí quizá la mediación de la imagen -en el caso de las novelas que tratan temas más duros- hace que algunas realidades y experiencias abominables sean más digeribles. 

Pienso en técnicas para leer la imagen: mirar de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, de arriba a abajo y viceversa. Observar el total de la página y cada una de sus viñetas, y el diálogo (o no diálogo) que pueden proponer éstas. Identificar qué forma y ritmo de lectura proponen. Fijarse en los detalles: en el uso de los colores, la paleta, el trazo, el tamaño y forma de los ojos, dejar que estas imágenes despierten el recuerdo de otras lecturas u otras imágenes. 

De mis lecturas, destaco Fun Home de Alison Bechdel. Se trata de la vida de Bruce Bechdel, profesor y director de una funeraria, relatada por su hija. Su muerte ocurre en extrañas circunstancias, lo que hace sospechar de un suicidio. La muerte ocurre poco después de la salida del clóset de su hija, quien al repasar la vida del padre, revela una homosexualidad que éste detrás de la fachada del “padre de familia”. Su valor sobrepasa lo gráfico: está hermosamente escrita y con una estructura no lineal donde el tiempo se representa en capas de recuerdos que vuelven sobre el mismo evento, cada vez aportando nuevos antecedentes que hacen que el pasado se actualice, develando lo queer del padre y de la hija. 

La lectura de Fun home, fue la coronación de mi obsesión por las novelas gráficas. Siento que ya estoy al día, tengo una bibliografía fundamental donde espero sumar títulos, y seguir leyendo de esa forma donde se persigue el transcurrir de una historia en un dibujo. 



 

Guía de lectura:

  • Arrugas, Paco Roca, Astiberri Ediciones, 2007.

  • Blue is the Warmest Color, Julie Maroh, Arsenal Pulp Press, 2010.

  • El Eternauta, Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López,
    Planeta Cómic, 1957-1959.

  • Ghost World, Daniel Clowes, Ediciones La Cúpula, 1997.

  • Maus, Art Spiegelman, Reservoir Books (PRHM), 1986.

  • Persépolis, Marjane Satrapi, Reservoir Books (PRHM), 2000.

  • Virus Tropical, Power Paola, Random Comics (PRHM, 2009.

  • Watchmen, Alan Moore y Dave Gibbons, ECC Ediciones, 1986-1987.

 

 

Romina Reyes (Santiago, 1988). Escritora y periodista. Entre sus publicaciones están los libros Reinos (Overol), Ríos y provincias (Montacerdos) y el fanzine Parecíamos Eternas. Actualmente es tesista de la Maestría en Literatura Española y Latinoamericana de la UBA.

 
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