Mi personaje de papel: Paola Molina

 

Personaje: Protagonista sin nombre de Mi año de descanso y relajación

Este personaje no tiene nombre, eso es lo que más me gusta. Su creadora es Ottessa Moshfegh, en ese momento no la conocía. Encontré este libro en una librería como novedad cuando estaba comenzando la pandemia, es de Editorial Alfaguara.

Como la leí durante la pandemia, me hizo mucho sentido porque también estaba encerrada como la protagonista. Ella quiere dormir durante un año como para renacer. Yo no conocía a esta autora, me pareció una autora rara y por eso me gustó mucho. Después leí su libro de cuentos que se llama Nostalgia de otro mundo que también está increíble, así que ahora soy muy fan de ella.

Ella es norteamericana con influencias de padres inmigrantes, así que tiene ahí un menjunje étnico bien interesante; lo que más me gusta es que sea extraña. Últimamente me han gustado mucho las escritoras raras como Kristen Roupenian también, con los cuentos que tiene en el libro Lo estás deseando. También Loorie Moore, tiene unos arranques de cuentos bastante raros, así que he estado buscando esa rareza femenina en la narrativa. Por el momento Ottessa Moshfegh es mi autora favorita.

 

Aquí la protagonista, que probablemente esté como
en una depresión, es una persona bastante nihilista porque no le encuentra mucho sentido a la vida y pretende doparse con pastillas para dormir mucho tiempo. Empieza a mentirle a su psiquiatra para que
le recete más pastillas para dormir, antidepresivos y
todo tipo de remedios legales para poder apagar tele
y quedarse lo más inerte posible.

Hace cosas sonámbula y no se acuerda por los efectos de las pastillas. Todo esto transcurre en una Nueva York pre caída de las Torres Gemelas. Se habla de lo indie y lo snob que rodea a la protagonista, que termina trabajando en un museo de arte contemporáneo. Es alguien bien hater de los hípsters, de esa época. Ella es bien odiosa, por eso me gustó mucho. Me gustan los personajes femeninos pesados, grotescos, inapropiados, atributos que generalmente se llevan a lo masculino. Esta protagonista debería caernos mal, pero a mí me dejó prendidisima para seguir leyendo esta novela que tiene uno de los mejores finales que he leído, obviamente no lo voy a spoilear.

La protagonista no tiene nombre porque ella escribe en primera persona y le habla a su supuesta mejor amiga que le cae mal más encima y a un pinche que tiene y a toda la gente alrededor, pero a ella nunca la nombran.

Algo que me gustó mucho del libro es la autodestrucción de ella. Supuestamente quiere dormir un año para poder renacer, pero en el fondo lo que quiere es evadir durmiendo el duelo que tiene, la soledad que tiene. Cuando estás durmiendo es como que estás inconsciente, entonces no sientes el pasar de tiempo y te saltas ese año de duelo. Es autodestructiva y va en contra de la corriente de este optimismo tóxico. Acá la autora, quizá intuyendo eso, se va para otro lado y hace todo lo contrario con la protagonista, así que eso me encantó, es nihilista, tiene algunas referencias chistosas como cuando pela a los hipsters que leen a David Foster Wallace, está muy entretenido. Es una hater, pero no de redes sociales, es una hater de la vida real.

No me interpeló el personaje y eso igual me gusta. Creo que estoy tratando de arrancar de la sobre identificación, de creer que todo lo que uno lee o todo lo que a uno le tiene que gustar, te tiene que identificar. Por eso estaba buscando algo más raro y que no me refleja yo en eso. No buscaba una enseñanza, ni tampoco un feminismo explícito, solamente una novela con un personaje más grotesco o más truculento, más complejo, más bizarro. Esta novela es realmente entretenida, se la van a leer en una sentada porque tiene todo eso y más.


 

Paola Molina: comediante y escritora. Tía, sobrina, hija y hermana. Tiene un programa grupal en YouTube llamado Bebesaurias y El Club de los Precisos y un especial de stand up en YouTube llamado Me Creo la Muerte.

 
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