El imaginario de Alberto Fuguet

Película | Queer
de Luca Guadagnino

Basada en la “novela” del mismo nombre de William S. Burroughs y que en principio parecía imposible de adaptar. Es ultra estilizada y acaso falsa. Pensé que iba a enganchar más con los bares de Ciudad de México, pero el viaje por drogas a la selva de Ecuador y toda esa parte de querer conectar más y leer “otras mentes” me pareció ultra romántico. Es una cinta para entender que el deseo a veces surge de la soledad. Y es una mirada muy de Luca Guadagnino el explorar las conexiones entre hombres cuando “todo estaba prohibido” y, por lo tanto, todo era transgresor. Los actores destellan, la ropa quizás es demasiado cool, pero me quedo con el puñado de secundarios, entre los cuales destaca el cantante Omar Apollo que brilla full frontal como un anónimo chico de un bar con mala dentadura. Ojo con la banda sonora. Que suene Nirvana
o Sinead O’Connor o Prince en los años 50 es algo muy lindo y sexy
y acaso hasta natural.

Película | Arturo a los treinta
de Martín Shanly

Shanly, además de ser guapo-de-un-modo-que-no-lo-sé-y-nadie-me-quiere, resulta que es el actor, guionista y director. Arturo es un loser, pero todo su mundo lo es: mundos suburbanos, una ceremonia de una boda-from-hell, decenas de personajes bien delineados y un final tan bello como devastador. 

Todo es muy personal y uno conoce tanto a Arturo y sus torpezas que termina impregnado a su aroma. Es una cinta triste, cómica, al callo, indie, malvada, irónica y generosa. Tenía ganas de verla porque supe que era “media LBGTQ”, pero vaya que supera los tags y hashtags. 

Shanly procesa la clase media porteña y la moral y el cine y la prosa de Martin Rejtman y la hace propia. 

Esto es lo que puede ser el cine latinoamericano e insiste en no querer serlo. Esto no es una producción Fábula. La cinta es una joya. Le creo todo. Todo. Amo hasta los créditos. Creo que roza lo divino. Es alucinante en sus limitaciones. La pobreza de presupuesto nunca ha rendido tanto. 

En Max.

 
 

Música | I Wanna Run Barefoot Through Your Hair de Christopher Owens

Cantautor inclasificable y ambiguo que antes desplegó su talento en la banda Girls, y que después de transitar por la vereda oscura, en 2024 lanzó este monumento de disco solista. En particular, con Do You Need a Friend (que además contiene un bello cameo noventero a It Must Have Been Love de Roxette), cierra una obra llena de dolor y búsqueda espiritual, y nos confiesa “apenas estoy pasando los días”, mientras la canción no para de crecer y crecer. Para mandar el link a todos los hermanitos cósmicos, a crushes emo. Quien dice que en el verano no hay angustia. Yo pre verano no sabía de su existencia, pero para eso es bueno tener amigos sensibles nuevos freaks. Ya veo su afiche en dormitorios de chicos emos con filtros tristes.

 
 

Serie | Tengo que morir
todas las noches

Nos presentan a un grupo de muchachos que lo quieren todo y dejan todo por obtenerlo, mientras sus vidas convergen en el primer bar abiertamente gay que existió en CDMX. Más allá de algunos clichés, la serie es chingona y logra reflejar con cierta crudeza el tener que vivir constantemente en peligro. Tiene onda, hay sexo, tiene corazón y a veces da pena, porque ocurre en los 80s. Y deja claro que no toda la tele que sale de México bebe de Televisa. Muy impresionante las historias sobre el sida. Basada en el libro Tengo que morir todas las noches, una crónica de los ochenta, el underground y la cultura gay escrito por el gran y libre y perceptivo Guillermo Osorno. Dan ganas de releer el libro, obvio.

Está en Amazon.

 

Podcast | The Bret
Easton Ellis Podcast

Cumple con todo lo que necesito escuchar. Discusiones sobre películas, TV, música y literatura, lideradas por la mente bestial del autor de American Psycho. Habla de los incendios de Los Ángeles, de Trump, pela a la industria que hunde sus adaptaciones-in-progress y destroza a todo el mundo. Es un hater con humor. Pero también entrevista voces nuevas y he comprado varios libros de autores (como Lili Anolik, Alex Kazemi) que han ido a su condo en West Hollywood. Siento una conexión con BEE. Compartimos fecha de cumpleaños, aunque le llevo un año de ventaja. Somos piscis. Fuimos criados en el valle californiano, vivíamos a 30 minutos de distancia. Somos escritores y hemos experimentado la funa y cancelación. En una dimensión paralela tal vez somos amigos, tal vez alguna vez fuimos al cine juntos y tal vez me senté con él a conversar en su podcast.

Hay que pagar por el podcast,
pero lo hago feliz. 

 
 

Libro | Rímel y gel
de Cristian Opazo

Rímel y gel explora el under chileno de los 80s. Parecería que su autor estuviera recordando o conectando con su pasado, lo que es imposible, pero ahí está la pose y el gesto: mirar un pasado no como un historiador sino como un groupie que tiene claro que, de haber vivido esa época, hubiera estado en El Trolley o actuando desnudo en el teatro de Griffero o al mando de Vicente Ruiz. El libro se lee como novela y casi dan ganas que todo volviera por el grado de adrenalina y sentido de hermandad.

Opazo es un profesor académico nerd cool. Es amigo, socio, cómplice. Pero el libro, que es como primo de Ciertos chicos, ha volado con alas y se ha vuelto un hit porque hace tiempo que un libro académico cruzaba al otro lado y quizás eso es porque Opazo
es puro pop, es un infiltrado y está lleno de deseo y ojos abiertos.

 

Actividad | Clasificar

En el último tiempo me he obsesionado con clasificar.
Estoy revisando todo el material que he producido para distintos medios durante mis 40 años como escritor/periodista/cineasta.
Veo que hay valor ahí.
Algo nacerá de ahí. Pronto.


Alberto Fuguet (1963). Escritor, periodista y cineasta,
autor de No ficción, editado recientemente por Tusquets, y de los clásicos Mala onda, Sobredosis y Missing (una investigación). 

 
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