Cristóbal Gaete: “Probablemente leer me hizo peor persona”
“Me di cuenta de que la manera más fácil de seguir leyendo era poniéndome a escribir. Pero si me dijeran: te cambio ser rico por no escribir nada más, yo diría: ¡obvio! Así me dedicaría solamente a leer.”
Leer el fútbol
El fútbol fue siempre una experiencia que necesité completar con la lectura. El afán no era intelectual sino ratificatorio: debía confirmar que lo que vi o creí haber visto en el estadio realmente había ocurrido. ¿Habrá mirado el periodista lo mismo que miré yo? ¿Fue penal eso que reclamé como un poseído, mano esa pelota que pegó en el codo, o solo eran ilusiones fabricadas por mi fanatismo?
Los pixeles se los lleva el viento
¿Quién dice que en Chile leemos poco? En un vagón del metro o en el colectivo a mi casa, esperando mi turno en el dentista o la caja del supermercado, en la mesa antes de que llegue la comida —y también una vez que llega pero sobre todo cuando se acaba—, en las plazas, parques y veredas: cuando salgo, lo que más veo son personas con su cabeza inclinada y el mentón junto al pecho, leyendo en sus teléfonos móviles.